diumenge, 31 de març del 2013

primavera de microrelatos. Mordiendo la lona de la indiganción


Despierto entre cartones, me asalta un atisbo de lucidez, mi pasado me azota, me golpea la cabeza como en aquella velada. No entiendo porque perdí. Cada día lo entiendo menos. Cada día tengo la cabeza más vacía de recuerdos, sólo éste me asalta. La indignación se apodera de mi.

Yo estaba en lo cierto, todos estaban conmigo, y en cambio mordí la lona y me dejó en mi actual estado. No había fisuras, el público estaba conmigo al 99% y yo llevaba el mejor estandarte y representaba al mejor candidato para ser el vencedor.

Me atormenta no poder entenderlo. Lo esencial estaba de mi parte. Ya se que llevaba desde mitades de los 80's casi sin entrenar. Ya se que hacía tiempo que las normas del combate habían cambiado y no me las había ni mirado hasta hace unos días y así muy por encima. Ya se que había abandonado la dieta y estaba compitiendo en una categoría superior a la mía sólo porque la grasa pesa. Pero en fin, sabía que era el mejor.

El público estaba de mi lado, yo era quien representaba sus sueños y aspiraciones, aunque jamás pagaron una cuota, ni me dieron más respaldo que unas palmaditas, discursos y lemas jocosos.

Mi contrincante en cambio. Había estado entrenando desde siempre, había pagado los mejores gimnasios, los mejores entrenadores, había presionado a la federación para cambiar muchas normas.

La indignación me cura de recordar. Ya mejor, mañana me levanto